Defectos de Caracter

La primera etapa de una relación sentimental es el enamoramiento, en donde se ve el lado agradable de la pareja. Pero conforme pasa el tiempo, se descubren otros aspectos más profundos, como el temperamento, los valores y defectos. Algunos de estos últimos se pueden corregir, pero hay otros que definitivamente no es posible modificar. Entonces, surge la duda: ¿se aceptan, se toleran o se rechazan?
Defectos, enamoramiento y amor
Todas las personas tienen fallas, pero hay unas más tolerables que otras, dependiendo de las costumbres y valores de cada quien. Por ejemplo, un defecto pequeño como hablar con la boca llena, puede ser corregido y permitirse al principio de la relación. Pero actitudes como perder el control y ser impulsivo, puede que interfieran en el equilibrio emocional de la pareja y causen conflictos más severos, explican los psicólogos.
Por tal motivo, es muy importante ser realista en la etapa de enamoramiento. Hay quienes argumentan que el amor lo perdona todo, pero el amor real implica muchas cosas, como sentirse bien al estar con la pareja o que las costumbres y actitudes no perjudiquen la convivencia.
Los hombres suelen darle menos importancia a los defectos, mientras que ellas se irritan con mayor facilidad cuando su pareja tiene una costumbre que nos les agrada.
Lo que no me gusta de ti
Es común escuchar: Me gusta muchísimo y nos llevamos muy bien, pero tiene un defecto que me hace sentir muy mal, y no me atrevo a decírselo. La importancia de descubrir y hablar sobre las carencias de ambos es primordial para que la pareja sea estable. Callar, negar, disimular o tratar de obviar lo que no agrada, crea resentimientos e insatisfacciones que tarde o temprano estallan y provocan problemas.
Algunos de los defectos que crean más problemas en la pareja son: impuntualidad, mala administración de dinero, falta de control, mentiras y egocentrismo, entre otros, señala Don Ferguson en su libro Reptiles enamorados.
Los límites
Es importante saber diferenciar entre las conductas involuntarias –como hacer ruido al comer– y los comportamientos que implican faltas graves de respeto –como ser agresivo–. Así pues, hay que establecer límites cuando algo no permite sentir paz y plenitud en la relación.
Por otro lado, es primordial estar conscientes de que hay personas que no modifican sus comportamientos, pues han crecido con determinadas actitudes, valores e ideales. Por tal motivo, tener la idea de que algún día cambiará o él o ella cambiará por mí, es llenarse de falsas esperanzas. Lo mejor es tener presente esos defectos y examinar si estos se pueden tolerar o, al contrario, si sus actitudes representan una amenaza para la integridad personal y la estabilidad de la pareja.
Negociar
No es fácil hablar con el otro sobre sus defectos sin herirlo, pero se puede encontrar la mejor forma de hacerlo. Según los especialistas, lo más recomendable es:
▪ Buscar un momento tranquilo, cuando ninguno de los dos esté molesto.
▪ Desde el principio, optar por una actitud madura, sin acusar ni señalar.
▪ Tener claro que se puede seguir amando a la persona a pesar de sus fallas, siempre que estas no causen heridas en la relación.
▪ Hacer una lista de los detalles que molestan de la pareja y de uno mismo.
▪ Enfatizar en los defectos que incomodan más.
▪ Mostrar disposición de cambiar y mejorar.
▪ Llegar a acuerdos en los que ambos se sientan a gusto.
Lo importante de platicar sobre los defectos es poder identificarlos y atenderlos, así como compartir responsabilidades sobre los mismos y corregirlos.
El amor no duele
Siempre hay un límite para la tolerancia. Varias personas permiten “por amor”, que su pareja tenga actitudes que dañan y perjudican la relación. Amar no es sinónimo de aguantar, amar implica amarse a uno mismo, pero sin que nadie te haga sentir mal. Amar a la pareja implica hacerlo con sus virtudes y defectos, pero sin que estos últimos interfieran en tu dignidad.
gracias a Juan Antonio Morales.
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